Bases Teóricas
Prof. Augusto Rangel
Los coronavirus (CoV) son una amplia familia de virus que pueden
causar diversas afecciones, desde el resfriado común hasta
enfermedades más graves. El brote de dicha enfermedad estalló en Wuhan (China) en diciembre de 2019. La enfermedad COVID-19, se origina por el virus SARS-CoV-2 de la
familia de virus Coronavirus.
La mayoría de las personas infectadas con el virus COVID-19
experimentarán una enfermedad respiratoria leve a moderada y se
recuperarán sin requerir un tratamiento especial. Las personas mayores
y aquellos con problemas médicos subyacentes como enfermedades
cardiovasculares, diabetes, enfermedades respiratorias crónicas y
cáncer tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades graves.
Del 100% de contagiados:
Cabe destacar, si las personas se recuperan, ya no son capaces de transmitir la enfermedad a otra persona, ni puede contagiarse al interactuar con un individuo enfermo.
Poco después de aparecer el primer caso de covid-19 en EEUU, las noticias sobre nuevos contagiados comenzaron a incrementar. Tiempo después, ese incremento se ha hecho constante. A partir de aquí aparece la denominada curva exponencial, que preocupa a los expertos. Al duplicarse el número de casos, cada tres días, según las matemáticas, se estima que en mayo habrán cerca de cien millones de casos en EEUU.
Si no se toman las medidas necesarias para frenar la pandemia, el covid-19 se expandirá de forma exponencial.
Los síntomas de la enfermedad causada por el SARS-CoV-2 pueden variar, según la gravedad de la infección.
A continuación se mencionan los síntomas comunes del COVID-19:
Para realizar un cálculo aproximado de la probabilidad de riesgo, según la edad y padecimientos, utilice la calculadora mostrada en el siguiente enlace.
Según los profesionales de salud pública, la propagación puede ralentizarse si la gente pone en práctica el “distanciamiento social” evitando los lugares públicos y, en general, limitando sus movimientos. A continuación se expone una representación de cómo se comportaría la población teniendo en cuenta: una cuarta parte de la población continúa en movimiento, mientras tres cuartos de la población adoptan el distanciamiento social.
Representación gráfica de cómo se vería, aproximadamente, el nivel de contagio en una población que acata el distanciamiento social moderado.
Fuente: Washington Post.
En el caso del covid-19, se busca ralentizar la expansión del virus antes de que infecte a gran parte de la población. A raíz de ello surge la opción de aplicar cuarentena forzosa, tal como la impuesta por el gobierno chino en la provincia de Hubei. Sin embargo, está comprobado que es imposible aislar totalmente la población enferma de la sana. Esta clase de cierres no son muy habituales y tampoco generan resultados satisfactorio.
Demostración gráfica de los resultados estimados de una cuarentena forzosa: suele ser poco eficiente.
Fuente:
Washington Post.
Sin embargo, hay otras formas de evitar el brote de la enfermedad sin recurrir a medidas drásticas como la expuesta. Los expertos en salud han hecho un llamado a la población para mantenerse en casa en la medida de lo posible, permanecer a distancia de otras personas y evitar las multitudes. Si la población responde de manera positiva a dichas medidas, llevándolas a cabo en su día a día, el virus tiene menos posibilidad de extenderse.
Pueden presentarse casos excepcionales donde los individuos no acaten del todo el llamado a quedarse en casa, ya sea por obligaciones laborales o porque simplemente no se está consciente de lo que se está viviendo con la pandemia y cómo esta puede extenderse. Estas personas se vuelven altamente propensos a ser contagiados, y, asimismo, son propensos a contagiar a las personas a su alrededor, lo que se traduce en una expansión rápida del virus.
Representación de lo que sucedería al haber libre movilidad en la población, durante la pandemia; el contagio se hace mayor. Cabe destacar que en estas simulaciones no se incluyen las personas fallecidas.
Fuente:
Washington Post.
Los responsables de la lucha contra el covid-19 en la OMS insisten en que salir de la pandemia no es algo que sucederá de un día para otro; se requiere tiempo, y el levantamiento de las cuarentenas no es señal de victoria ante el virus. Esto solo puede producir un aumento repentino de contagiados. El director ejecutivo de la OMS para emergencias sanitarias, Mike Ryan, afirmó "salir del confinamiento implica que habrá un rebrote de la enfermedad". Asimismo, indicó que las cuarentenas solo deben levantarse cuando los países se encuentren preparados para poner en cuarentena a todos los contactos de los casos confirmados.
Reflexión: tenemos que aprender a convivir con el virus, hasta que haya una nueva vacuna. Esto significa acatar las medidas recomendadas:
Ante la aparición del covid-19, son muchas las dudas que surgen en las personas; la mayoría de ellas causadas por falta de información, o simplemente porque obtienen información errónea de individuos que dicen conocer el tema. Es necesario combatir la desinformación generada por estas personas, mostrando a la población información verificada y de fuentes confiables.
Un tema que suele generar polémica es si el covid-19 es un virus o una bacteria. Realmente, ambos términos apuntan a un significado completamente distinto. Existen varias diferencias entre ellos, que serán explicadas a continuación.
Buena parte de la población que desconoce del tema, habla de los virus como el covid-19 y las bacterias como si fueran lo mismo. Nada más lejos de la realidad.
Los virus son agentes infecciosos intracelulares, patógenos o no, son capaces de infectar, replicarse y adaptarse; sin embargo, no siempre causa enfermedades.
Además, los virus se valen de seres vivos (humanos, animales, plantas) para multiplicarse y sobrevivir.
Por su parte, las bacterias son organismos procariotas, que no poseen núcleo verdadero. Muchas bacterias conviven en ciertas partes del cuerpo humano, en forma de lo que se conoce como flora saprofita.
Las bacterias no siempre causan enfermedades, y muchas veces son protectoras del organismo ante infecciones ocasionadas por otros microorganismos.
Sin embargo, se habla de bacterias dañinas cuando se hace referencia a las bacterias patógenas. En pocas ocasiones se habla de enfermedades causadas por dichas bacterias.
Por lo tanto, es posible afirmar que el cuerpo humano puede convivir con bacterias (no patógenas) en su cuerpo, que resultan útiles para el correcto funcionamiento del organismo; más no se puede decir lo mismo de los virus, que no benefician en nada al organismo.
El economista Paul Romer, premio nobel de Economía en 2018, indica que el camino más inteligente a seguir por parte de los gobiernos, con el objetivo de salvar vidas y reanudar la economía, está en aumentar las pruebas de coronavirus así como la producción de equipos de protección.
Mencionó que la respuestas económicas convencionales para combatir una recesión no van a funcionar hasta que las personas puedan volver a trabajar con seguridad. "Es un desperdicio de recursos intentar que las personas vuelvan al trabajo si no se ha encontrado la manera de que sea seguro volver a trabajar", señaló.
Agrega que la crisis generada por la pandemia puede ser peor que la Gran Depresión "si los gobiernos no actúan rápidamente para asegurar que las personas vuelvan a trabajar con seguridad".
Romer, quien fue economista jefe del Banco Mundial, dice que es nuestra "obligación moral" proteger a los trabajadores esenciales que se están exponiendo al trabajar como enfermeras, médicos, policías y conductores.
Para leer el resto de la entrevista a Romer, click aquí